El gobierno de Syriza en Grecia busca recaudar 4 400 millones de euros a través de la venta de activos estatales durante el periodo 2017-2018. Entre las ventas a finalizar este año se encuentran el 66 por ciento de la red de gas natural del país DESFA y una participación del 67 por ciento en Tesalónica, el segundo puerto más grande del país.
El gobierno también está discutiendo la venta de acciones estatales en siete compañías importantes, incluyendo la compañía de electricidad Public Power Corp., el operador de telecomunicaciones OTE y el Aeropuerto Internacional de Atenas.
El 29 de junio, el primer ministro Alexis Tsipras pronunció el discurso inaugural de la Vigesimoprimera Mesa Redonda con el Gobierno de Grecia, una conferencia anual organizada por la revista Economist. El acontecimiento se celebró durante dos días en el lujoso hotel Grand Resort en la zona costera de Lagonisi.
Otros oradores incluyeron al exministro de Finanzas del Partido Laborista británico, Alistair Darling, el exfuncionario del gobierno de Bush, John Negroponte, y la jefa de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Grecia, Delia Velculescu.
Según el sitio web del evento, el año 2017 es "crucial para el futuro de Grecia conforme se esfuerza para estabilizar su economía, mantener el impulso de las reformas estructurales y volver a la senda de la competitividad y el crecimiento. Además, la necesidad de nuevas inversiones para impulsar la economía y reducir el desempleo es vital".
Un llamado a los inversionistas a intensificar su incursión en la economía fue fundamental en el discurso de apertura de Tsipras. Urgió a su audiencia a "aprovechar las oportunidades que están en oferta" en Grecia.
Existen oportunidades preferentes para inversiones en los sectores de energía, transporte, comercio en tránsito, industrias primarias, la industria manufacturera, investigaciones y turismo. Todo esto y una mano de obra altamente calificada para aumentar sus ganancias con solo darle vuelta al grifo, se jactó Tsipras.
Con sólo ligeros cambios, las propuestas de Tsipras eran virtualmente idénticas al mensaje de un artículo reciente del diario londinense Financial Times, el cual señala que "las empresas que están dispuestas a aceptar riesgos dicen que después de años de reducciones de inversiones y profundos recortes salariales, Grecia ofrece oportunidades poco vistas en los mercados del sureste de Europa".
Esta bonanza lucrativa ha sido hecha posible por los sucesivos programas de austeridad impuestos en Grecia por la Unión Europea (UE) y el FMI desde el 2010, que han exigido la venta de activos públicos, así como ataques implacables contra los salarios y los derechos de los trabajadores.
Bajo el gobierno de Syriza, se han acelerado las privatizaciones. El año pasado, la suma recaudada en privatizaciones e inversión extranjera directa aumentó, después de una breve pausa en el 2015 en medio de la crisis de endeudamiento que vio a Grecia acercarse al impago. Según un informe publicado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), el año pasado, "los flujos de inversión extranjera directa a Grecia casi se triplicaron, a un total de 3100 millones de dólares, a medida que las multinacionales financieras extranjeras adquieren activos en el país". El 2016 vio la inversión extranjera directa más alta desde el 2011, superando el pico de $2800 millones en el 2013 bajo el gobierno de la coalición conservadora y socialdemócrata de Antonis Samaras.
La privatización más notable del año pasado fue la compra por parte de Cosco del 51 por ciento de la Autoridad Portuaria de El Pireo (APP) por 280,5 millones de euros, a pesar de que Syriza garantizara que eso no ocurriría de llegar al poder. Controlado por el Estado chino, Cosco ha estado presente en Grecia desde el 2009, cuando adquirió los derechos de gestión de dos de las tres terminales de contenedores en el Puerto de El Pireo. Cosco es conocida por las prácticas explotadoras que emplea en Grecia, con turnos que a menudo duran más de 15 horas y accidentes frecuentes.
Tsipras dejó claro que pisará a fondo. "Debemos acelerar el proceso atrayendo más inversión extranjera", manifestó, ya que Grecia "debe superar el promedio de la Unión Europea en términos de inversión".
Los esfuerzos de Tsipras fueron reconocidos recientemente por el titular del Mecanismo Europeo de Estabilidad, Klaus Regling. En una entrevista con el periódico griego pro-Syriza, Efimerida Ton Syntakton ( EfSyn. ), Regling declaró que Tsipras es "extremadamente devoto" al programa de privatización de su gobierno.
Según un reporte de Reuters del 6 de julio, Lila Tsitsogianopoulou, jefa de la agencia de privatizaciones de Grecia, el Fondo de Desarrollo de Activos de la República Helénica (HRADF por sus siglas en inglés), dijo que Grecia apunta a recaudar alrededor de 6000 millones de euros de privatizaciones en el 2017 y 2018.
La compañía alemana de transporte Fraport ya ha pagado 1200 millones de euros este año, a cambio de una concesión de 40 años para operar 14 aeropuertos regionales. Se prevé que la privatización del operador ferroviario estatal TRAINOSE esté finalizado a finales de este mes, lo que supondrá una inversión de 45 millones de euros.
Además, se espera que 232 millones de euros se embolsen a finales de año con la venta de una participación del 67 por ciento de la Autoridad Portuaria de Tesalónica en la segunda ciudad más grande de Grecia. La compra la hace un consorcio formado por la firma alemana de capital privado Deutsche Invest Equity Partners, Terminal Link de Francia y Belterra Investments de Bélgica. El pago se ve empequeñecido por el valor del trato en sí, que se estima en un valor de alrededor de 1100 millones de euros. El consorcio operará el puerto durante los próximos 34 años, que se prevé que genere más de 170 millones de euros en ingresos adicionales.
Una participación del 66 por ciento del operador de la red de gas natural de Grecia, DESFA, está en juego, con un plazo hasta el 24 de julio para que los inversores muestren interés. Una oferta de 400 millones de euros de la petrolera estatal azerbaiyana Socar fracasó en noviembre por un desacuerdo sobre tarifas. Según informes, SNAM de Italia ha mostrado interés. En una entrevista con el periódico financiero griego Naftemboriki, el ministro de Energía griego, Giorgos Stathakis, dijo: "Anticipamos que el precio será el mismo o incluso mayor (en comparación con la licitación anterior)".
Para el 2018, el objetivo de la HRADF es recaudar 3500 millones de euros de privatizaciones. Los activos en juego incluyen una participación del 30 por ciento en el Aeropuerto Internacional de Atenas, que se espera que alcance 1200 millones de euros, así como concesiones a diez autoridades portuarias adicionales.
No se tolerará nada que pueda prevenir que la oligarquía financiera saqueé los recursos griegos e intensifique su explotación de una fuerza laboral pauperizada. El ministro adjunto de Finanzas, George Chouliarakis, se quejó antes del discurso de Tsipras de que sólo se habían recaudado 3400 millones de euros en las privatizaciones desde el 2010. "Hay mucho más que hacer allí, especialmente mejorar el entorno empresarial ... para acelerar la base del programa de privatizaciones”.
Syriza llegó al poder en enero del 2015 con base en una agenda prometida de poner fin a la austeridad. Unos meses más tarde, Syriza firmó un tercer paquete de austeridad, traicionando el abrumador rechazo a la austeridad en el referéndum de julio del 2015. El partido que fue aclamado por los grupos de pseudoizquierda internacionalmente como el camino a seguir ha demostrado ser la más confiable herramienta para la aristocracia financiera.
El discurso de Tsipras se dio poco después de que fuese aprobada una legislación en el Parlamento en vísperas de la reunión del Eurogrupo del 13 de junio que incluye aumentos de impuestos y más recortes de pensiones, así como recortes en el subsidio de calefacción y en los beneficios de desempleo. Éstos se aprobaron a cambio de un tramo de préstamo de 8500 millones de euros por parte de la UE y el FMI para que Grecia pueda pagar sus obligaciones de deuda pendientes para este mes. La deuda de Grecia se mantiene en torno a los 300 000 millones de euros, un gigantesco e insostenible 180 por ciento del PIB.
La legislación incluye medidas que atacan los derechos de los trabajadores, facilitando los despidos masivos y estipulando que la negociación colectiva no será automáticamente reintegrada después de que el actual programa de "rescate" de 86 000 millones de euros llegue a su fin en el 2018. Tsipras prometió en su discurso que el " El gobierno garantizará la rápida finalización del actual plan de rescate sin demoras ni vacilaciones inútiles".