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Más de 500 ferroviarios se reúnen para preparar huelga cuando las empresas, los sindicatos y el Congreso buscan imponer acuerdo

Cientos de ferroviarios de base se reúnen para preparar huelga

Los trabajadores ferroviarios pueden unirse o contactaral Comité de Base de losTrabajadores Ferroviariospor medio del correo electrónicorailwrfc@gmail.com.

La noche del miércoles, más de 500 ferroviarios participaron en una reunión convocada por el Comité de Base de los Trabajadores Ferroviarios para preparar una huelga cuando venza el “periodo de enfriamiento” en menos de 24 horas, a las 12:01 a.m. el viernes. La reunión fue coorganizada por el World Socialist Web Site y la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base.

La reunión fue convocada bajo el llamado “¡Organízate para preparar una huelga nacional!”. Participaron trabajadores de BNSF, CSX, Union Pacific, Canadian National, Norfolk Southern, entre otras empresas ferroviarias. Hubo maquinistas, jefes del tren, mecánicos metalúrgicos, mecánicos de seguridad, reparadores de vagones, guardagujas, responsables de circulación, entre otros trabajadores.

La reunión se produjo cuando el Congreso y el Gobierno de Biden, con el apoyo tanto de las empresas como los sindicatos ferroviarios, se dedican a prevenir que comience una huelga de 100.000 ferroviarios el viernes.

Los trabajadores en la reunión se pronunciaron contundentemente en oposición a los esfuerzos para imponer a la fuerza acuerdos basados en la Junta Presidencial de Emergencia (JPE o PEB por sus siglas en inglés), la cual aceptó todas las demandas de las empresas y denunció el aparato sindical por no representarlos.

La resolución aprobada por el 98 por ciento de una reunión masiva con cientos de trabajadores ferroviarios.

Al concluir la reunión, los trabajadores adoptaron una resolución con 98 por ciento de votos a favor que declara:

Esta asamblea democrática de las bases ferroviarias decide:

1. No aceptaremos ninguna acción del Congreso que viole nuestro derecho democrático a hacer huelga ni que nos imponga un contrato que no aceptamos ni que ha sido ratificado por las bases.

2. Exigimos un contrato que satisfaga nuestras necesidades, incluyendo un importante aumento salarial que compense los años de reducciones salariales; ajustes al costo de vida que se mantengan al día con la inflación desenfrenada; un fin a las políticas brutales de asistencia; días libres y licencias por enfermedad garantizadas; y la eliminación del impulso a imponer tripulaciones de un hombre.

3. Les informamos a los sindicatos que cualquier intento de imponernos contratos que no aceptamos y que no han sido aprobados por votación o que intenten mantenernos trabajando será una violación de las claras instrucciones de las bases.

Un maquinista de Chicago dijo en la reunión: “Estoy harto de que me traten como campesino. Se la pasan hablando de cuánto dinero ganamos, como si fuéramos millonarios o algo así, pero nunca hablan sobre lo que ganan los directores ejecutivos y la gerencia ni de sus cuentas de gastos, todo lo que tienen y cómo viven en condiciones lujosas. Y aquí tenemos dificultades trabajando jornadas de doce horas y políticas de asistencia sumamente estrictas”.

“Hablan de cómo una huelga causará un gran caos en todo el país y la cadena de suministro. Pero la realidad es que ya es un caos. Y fue causado por el PSR [siglas en inglés para Programación Ferroviaria Precisa]. Se deshicieron de más de 40.000 personas. Desecharon el equipo que necesitamos, locomotoras. Ellos se buscaron este desastre”.

Otro ferrocarrilero de Chicago dijo, “El poder lo tendremos nosotros en la medida en que nuestros miembros se mantengan unidos y tomen consciencia de que tenemos el control. Ellos [las empresas] están aquí gracias a nosotros. No tendrían nada sin nosotros. No tendrían una empresa. No tendrían ganancias. No tendrían todos los millones de dólares que ganan”.

“Me pierdo el 80 por ciento de los eventos familiares, cosas planificadas, fiestas de cumpleaños, días festivos, para nombrar algunos. Siempre nos perdemos algo. Y solo queremos recuperar una parte de nuestras vidas. Es una locura que no solo la JPE, sino que también nuestro sindicato y las propias operadoras no les den importancia a nuestras demandas de un contrato sólido”.

El World Socialist Web Site publicará más información sobre la reunión. Los trabajadores ferroviarios pueden unirse o contactar al comité enviando un correo electrónico arailwrfc@gmail.com.

Las empresas ferroviarias exigen que el Congreso intervenga mientras los trabajadores ferroviarios presionan para irse a la huelga

BNSF, una de las mayores empresas ferroviarias de EE.UU., publicó una declaración hoy exigiendo que el Congreso intervenga para hacer valer los acuerdos basados en la JPE del Gobierno de Biden si no se finalizan los nuevos acuerdos antes de que venza el “periodo de enfriamiento” el viernes a las 12:01 a.m.

Un tren de BNSF cerca de la terminal de Fort Madison, Iowa (Foto:WSWS)

En una carta al Congreso, BNSF anunció las “buenas noticias” de que “los ferrocarriles alcanzaron acuerdos tentativos con una mayoría de los sindicatos ferroviarios involucrados en las negociaciones nacionales”. Estos acuerdos, señaló, se basaban en las recomendaciones de la JPE.

La empresa no indicó que los trabajadores de uno de estos sindicatos, la International Association of Machinists (IAM), ya rechazaron abrumadoramente ese acuerdo, mientras que el sindicato Brotherhood of Railway Signalmen canceló los planes de convocar una votación porque no tenía ninguna posibilidad de ser aprobado.

Los dos sindicatos que aún no han alcanzado acuerdos que siguen lo estipulado por la JPE, Brotherhood of Locomotive Engineers and Trainmen y Smart-TD, contienen a la mayoría de los ferroviarios, aproximadamente 90.000. No han intentado imponer acuerdos a la fuerza porque saben que los trabajadores ferroviarios los rechazarán abrumadoramente.

Lejos de ser un organismo “neutral”, como afirmó BNSF, la JPE aceptó todas las demandas de las empresas ferroviarias, incluyendo aumentos salariales menores a la inflación, mayores gastos del seguro médico y ningún cambio a las odiadas políticas de asistencia que obligan a las tripulaciones a estar disponibles 24/7.

Si los trabajadores se rehúsan a aceptar estas condiciones y si el aparato sindical no es capaz de obligarlos a hacerlo, BNSF exigió que el Congreso intervenga. La carta ser refirió a la legislación introducida por los senadores republicanos Richard Burr y Roger Wicker que “velaría por la resolución de problemas en las negociaciones obrero-patronales en curso”.

“Si no se produce el resultado preferido de acuerdos voluntarios”, concluyó la carta, “ese sería el resultado más seguro, directo y justo para todos los involucrados”.

De hecho, tal “resolución de problemas” sería una burla de los derechos democráticos de los trabajadores que se oponen contundentemente a las recomendaciones de la JPE. Significaría la implementación de decretos contractuales del Gobierno redactados por las propias empresas ferroviarias, aprobados por una Casa Blanca controlada por la patronal y apoyados por los oficiales sindicales en los bolsillos de las empresas.

Un reparador de CSX de Albany, Nueva York, le dijo al Boletín de Trabajadores Ferroviarios del WSWS, “No sé para qué tenemos un sindicato si no podemos hacer huelga y si el Congreso simplemente va a imponer las recomendaciones de la JPE. ¿Por qué no recortamos a los del medio y dejamos que el Gobierno dicte los términos?”.

“Hay muchos trabajadores que dicen que deberíamos rechazar el acuerdo tentativo y hacer huelga. Mi horario no es tan malo como el de algunos maquinistas y jefes de tren, pero si hay un descarrilamiento o algún otro tipo de emergencia, dicen que todo el mundo tiene que quedarse y nadie puede irse. Puedes trabajar 24 horas seguidas. También hemos trabajado durante toda la pandemia y no hemos recibido ninguna compensación extra. Participaré en la reunión pública de los trabajadores ferroviarios esta noche para ver qué podemos hacer para luchar”.

Un maquinista de BNSF con 15 años de experiencia del oeste de Tennessee dijo: “Los chicos de aquí piensan que el sindicato es un blandengue y cederá a la poca presión que hay y aceptará esta mierda de la JPE, con las políticas de asistencia y días libres por enfermedad. ¿Y qué representa un aumento de sueldo del 22 por ciento en cinco años? Esto es totalmente inaceptable. Y esto lo dice un “presidente prosindical”.

“Las recomendaciones de la JPE son totalmente favorables para BNSF y las otras compañías. Sienten que no hay nada que negociar porque saben que el sindicato cederá o que el Gobierno nos obligará a tragárnoslo. Desde el punto de vista del sindicato, si el Congreso actúa pueden decir: 'Hemos hecho todo lo posible para luchar, pero no hemos podido hacer nada'“.

“Hay muchos que dicen que debemos hacer huelga independientemente de lo que diga el Congreso. Tenemos que conseguir que todo el conjunto de ferroviarios lo haga. No podrían reemplazar a 60.000 trabajadores si nos retiramos. Ni siquiera pueden encontrar trabajadores para sustituir a los 1.000 que se han jubilado.

“Cuando entré en la empresa, había entre 300 y 350 candidatos para 20 puestos. Ahora no se consiguen 20 candidatos para 30 puestos vacantes. Ahora mismo la patronal no puede aplicar la política de asistencia y dejar a la gente sin trabajo porque no puede contratar a nadie”.

Los maquinistas ferroviarios rechazaron el acuerdo provisional cuando se avecina una huelga ferroviaria nacional

El Distrito 19 de la IAM informó el miércoles por la mañana que los maquinistas ferroviarios habían rechazado un acuerdo tentativo. La IAM es uno de los doce sindicatos que agrupan a los trabajadores ferroviarios.

En un breve comunicado, la IAM escribió: “La votación ha concluido y los resultados están disponibles. El Acuerdo Tentativo ha sido rechazado y el voto de autorización de huelga fue aprobado”.

La IAM no informó sobre las cifras, pero los trabajadores dicen que la oposición al acuerdo fue abrumadora.

El acuerdo rechazado por los trabajadores se basaba en las recomendaciones de la JPE de la Administración de Biden.

Las recomendaciones de la JPE aceptaban todas las demandas de las compañías ferroviarias, incluidos los aumentos salariales por debajo de la inflación, el aumento del costo del seguro médico y la continuidad de las odiadas políticas de asistencia que dejan a las tripulaciones de los trenes de guardia las 24horas del día.

Provocadoramente, la IAM declaró que “por respeto a los otros sindicatos en el proceso de ratificación se ha acordado una extensión hasta el 29 de septiembre de 2022”.

De hecho, los sindicatos están llevando a cabo una estrategia de “divide y vencerás”, intentando imponer acuerdos basados en la JPE. Sin embargo, los ferroviarios han dicho que no cruzarán los piquetes si los trabajadores de cualquiera de los sindicatos inician una huelga.

“Las bases del sindicato Machinists rechazan abrumadoramente la ampliación del periodo de enfriamiento”, dijo un mecánico del IAM que trabaja en San Luis, Missouri, al Boletín de Trabajadores Ferroviarios del WSWS.

“Cuando votamos a favor de la huelga se nos dijo que sería a las 12:01 am del 16 de septiembre. Hemos esperado bastante tiempo para un contrato digno, y exigimos ir a la huelga el 16. La decisión no autorizada de la IAM de abandonar la coalición nos dejó vulnerables y causó división y rabia entre los miembros”.

Un mecánico de locomotoras de BNSF en la IAM añadió: “En mi localidad la mayoría está contenta de que se haya votado en contra. Pero están enfadados por la prórroga. Los chicos están listos para la huelga. Están cansados de esto. Piden sangre al Distrito. Creen que deberíamos haber votado sobre una prórroga si estaba sobre la mesa”.

Los funcionarios del sindicato y las empresas se reunirán con el secretario de Estado Marty Walsh para intentar bloquear una huelga ferroviaria

Los funcionarios sindicales se reúnen hoy con el secretario de Trabajo de la Administración de Biden, Marty Walsh, y con representantes de las compañías ferroviarias para intentar prevenir que estalle una huelga antes de que termine el “período de enfriamiento” a las 12:01 am del viernes.

Los sindicatos implicados en las reuniones son la Brotherhood of Locomotive Engineers and Trainmen (BLET) y SMART-TD, que agrupan a la mayoría de los ferroviarios. Otros diez sindicatos ya han aceptado contratos basados en las recomendaciones de la JPE de Biden.

Conscientes de la enorme oposición de los trabajadores a las propuestas de la JPE, que aceptan todas las demandas de las empresas, la BLET y SMART-TD aún no han aceptado los contratos. Los funcionarios sindicales están buscando algo que puedan utilizar para vendérselo a los afiliados.

Sin embargo, ese algo no es nada. La BLET, por ejemplo, ha dicho que pide un día de baja por enfermedad no remunerada, que las empresas han rechazado.

“Nuestra propuesta de que no se pague la baja por enfermedad no les cuesta nada de dinero”, alegó el presidente de la BLET, Dennis Pierce, en comentarios a CNBC el miércoles. “Es algo que pueden manejar. No daña su modelo de negocios”.

Los sindicatos ferroviarios se arrastran ante el Congreso, mientras Washington hace planes de contingencia ante emplazamiento de huelga del viernes

A menos de tres días de la fecha límite para una huelga nacional de ferrocarriles, los sindicatos ferroviarios están trabajando desesperadamente para llegar a un acuerdo con las siete compañías ferroviarias de carga de clase I. Sin embargo, los sindicatos se enfrentan a una oposición abrumadora por parte de los trabajadores, lo que está dificultando seriamente sus intentos de imponer burocráticamente un acuerdo entreguista.

Los trabajadores ferroviarios están luchando contra una propuesta llena de concesiones a las empresas emitida el mes pasado por la Junta Presidencial de Emergencia nombrada por Biden, que incluye recortes en los salarios reales y aumentos en el coste del seguro médico. También deja intactas las odiadas políticas de asistencia que han hecho que a decenas de miles de personas dejen el sector.

A pesar del ambiente de guerra civil que reina en Washington, ambos partidos han indicado que están dispuestos a unirse para aprobar una legislación que bloquee la huelga. Steny Hoyer, el número dos de los demócratas en la Cámara de Representantes, dijo a Bloomberg News que el Congreso intervendría. El lunes por la noche, los senadores republicanos Richard Burr y Roger Wicker propusieron una legislación para imponer el fallo de la JPE justo en la fecha límite del viernes.

En una carta rastrera dirigida a los líderes del Congreso de ambos partidos el martes, la División de Transporte del sindicato International Association of Sheet Metal, Air, Rail and Transportation Workers declaró: “Les pedimos humildemente que por favor dejen que las dos partes resuelvan esto”.

En otras palabras, los sindicatos no están exigiendo que el Congreso se mantenga al margen de la huelga que tendrá lugar el viernes. Por el contrario, están rogando al Congreso que dé a los sindicatos el espacio y el tiempo necesarios para aplicar un acuerdo y evitar la huelga. La carta añade: “Este no es el momento para ser miopes, ya que la fragilidad de la economía es muy real”.

Sin embargo, las empresas se niegan a hacer las más mínimas concesiones sobre el brutal régimen de trabajo en los ferrocarriles, donde los trabajadores están constantemente de guardia y no pueden programar tiempo con sus familias ni citas médicas. El sindicato Brotherhood of Locomotive Engineers and Trainmen dijo que incluso suavizaría su posición de negociación pidiendo una licencia por enfermedad no remunerada, en vano.

Leer este artículo completo en inglés.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 14 de septiembre de 2022.)

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