Cientos de miles de personas se manifestaron en la Madrid el domingo, en defensa de la sanidad pública y para oponerse a su desmantelamiento y privatización bajo el gobierno de la Comunidad de Madrid del Partido Popular (PP) de Isabel Ayuso.
Los organizadores dicen que 670.000 personas salieron a las calles, mientras que el gobierno da estimaciones de alrededor de 200.000. En cualquier caso, es una de las mayores movilizaciones en la capital de España de la última década.
Los trenes, el metro y los autobuses estaban llenos, mientras decenas de miles de personas se movían para unirse a las diferentes columnas de protestas que iban desde diferentes puntos de la capital hasta la manifestación principal en el centro. Bajo el lema, “Madrid se levanta por la Sanidad Pública,” enfermeras, médicos y trabajadores sanitarios se unieron a familias enteras de clase trabajadora, con hijos y abuelos, de todo Madrid. El conocido director de cine Pedro Almodóvar asistió y dijo a El País que ' la sanidad pública es algo que es trasversal y nos afecta a todos '.
Las fotos aéreas mostraban las principales avenidas como El Prado, La Castellana y Alcalá completamente repletas de personas. Los manifestantes corearon 'Sanidad pública de calidad', 'Recortar la sanidad es un acto criminal', 'Ni un euro más para la sanidad privada' y '¡Ayuso dimisión!'
La protesta también incluyó un minuto de silencio para las miles de personas que perdieron la vida en residencias de ancianos de Madrid durante la pandemia.
La protesta forma parte de la creciente oposición global a la ofensiva capitalista contra la salud pública, al tiempo que la clase dominante privatiza, desmantela y despide a miles de trabajadores de la sanidad, y proporciona miles de millones de euros a la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania y en rescates bancarios desde que comenzó la pandemia de COVID-19.
Esto está desacreditando a los gobiernos de toda Europa y todo el mundo, provocando luchas explosivas. En el Reino Unido, 300.000 enfermeras del Reino Unido votaron a favor de una huelga para pedir una subida salarial igual a la inflación más el cinco por ciento, la mayor votación en favor de una huelga del Royal College of Nursing (RCN) en los 106 años de historia del sindicato. En Estados Unidos, 33 grupos médicos escribieron una carta a la Administración Biden para llevar a cabo una acción colectiva urgente de cara a afrontar una creciente crisis, por la que 'los departamentos de emergencia han llegado a un punto crítico'.
La Comunidad de Madrid es la que tiene una mayor densidad de población en España, con 6,6 millones de personas. A pesar de que también es la región más rica, tiene el gasto sanitario per cápita más bajo del Estado español, con 1.171 €/habitante, frente a la media de 1.478 €. Es normal esperar de 4 a 8 meses para ver a un médico especialista y un mes entero para obtener una cita con un médico de atención primaria.
La combinación de una estrategia de 'dejarlo correr' contra la COVID-19 junto con la privatización y el desmantelamiento de los servicios sanitarios ha provocado una catástrofe. Según Eurostat, la región ha visto caer su esperanza de vida más dramáticamente que en cualquier otro lugar de Europa, de 85,8 a 82,3 años.
La rabia entre los trabajadores de la salud ha ido en aumento durante los últimos años. Ayuso se postuló el año pasado con el lema 'Comunismo o libertad', oponiéndose a las medidas de salud pública contra el COVID-19 como 'comunistas' y llamando a la defensa de la 'libertad' poniendo fin al distanciamiento social y permitiendo infecciones masivas.
Cercana al partido neofascista Vox, con quien hizo una alianza en el parlamento madrileño, Ayuso es conocida por seguir una política sanitaria de 'asesinato social'. En otoño de 2020 provocó masivas protestas al exigir una política de regreso a las aulas a pesar de la fuerte circulación del virus, diciendo: “a lo largo del curso es probable que prácticamente todos los niños de una manera u otra lo tengan [el coronavirus].”
Su gobierno también emitió protocolos con criterios para excluir de hospitales a ancianos de residenciasen el pico de la pandemia de COVID-19, lo que provocó decenas de miles de muertes. Incluso dio contratos para traer mascarillas de China a la empresa de un amigo, por lo que terminó pagando una comisión de unos 300.000 euros a su propio hermano.
La crisis sanitaria no ha hecho más que intensificarse en el último mes. Las urgencias hospitalarias se han visto saturadas a medida que la atención primaria y los servicios de urgencia locales se desmantelaban rápidamente. En abril, Ayuso despidió a 6.000 trabajadores de la salud que firmaron un contrato COVID en marzo de 2020. La mayoría de ellos eran médicos, enfermeras, asistentes y técnicos de laboratorio.
Durante el verano, bajo un creciente enfado, Ayuso se vio obligada a anunciar la reapertura de los servicios de urgencia de atención primaria que habían sido cerrados durante la pandemia. Luego, a principios de octubre, anunció repentinamente la reapertura de 78 puntos de atención continuada, 41 antiguos SAR (Servicio de Atención Rural) y los 37 antiguos SUAP (emergencias ubicadas en centros de salud), con la mitad del personal. Por lo tanto, los médicos se veían obligados a trabajar un 50 por ciento más de horas al año.
Esto provocó una enorme indignación entre los trabajadores sanitarios, que empezaron a llevar a cabo bajas masivas por enfermedad, y convocar huelgas parciales y protestas. Los paros habían comenzado en la región la semana anterior, con una huelga convocada para el lunes siguiente para casi 5.000 médicos madrileños. Ayuso reaccionó denunciando a los trabajadores sanitarios como 'privilegiados e interesados' e imponiendo servicios mínimos del 100%, con el objetivo de romper la huelga.
La responsabilidad de que Ayuso permanezca en el poder e implemente su agenda asesina recae directamente en Podemos y la burocracia sindical española. Hace apenas unas semanas, el 22 de octubre, una manifestación de más de 35.000 personas marchó en Madrid contra los planes de Ayuso. Esto fue antes de la huelga en los servicios de urgencia de atención primaria.
Aterrorizados por la creciente oposición, los principales sindicatos sanitarios, el Sindicato de Enfermería (SATSE), Comisiones Obreras (CCOO) vinculado a Podemos y la socialdemócrata Unión General de Trabajadores (UGT), firmaron un acuerdo con Ayuso, suspendiendo la huelga. Esto traicionó las principales demandas de los trabajadores sanitarios.
Los trabajadores reaccionaron con bajas médicas. Los mismos sindicatos que anteriormente habían llegado a un acuerdo con Ayuso cambiaron repentinamente de posición y, trabajando con asociaciones de vecinos y movimientos sociales bajo su control, lanzaron la protesta del domingo.
A lo largo de los años, Podemos ha jugado un papel clave en la desmovilización de la oposición a Ayuso. De hecho, el gobierno del Partido Socialista (PSOE)-Podemos trabajó mano a mano con Ayuso y Vox en Madrid para implementar la política de 'inmunidad de rebaño' de la UE, que ha costado más de 160.000 vidas en España. Ahora, en medio de una nuevaola de COVID-19, el gobierno está desmantelando las pruebas y los informes de datos como parte de su nueva estrategia de simplemente ignorar la pandemia.
En otoño de 2020, el gobierno amenazó con desplegar 7.500 soldados contra las protestas en contra de la orden de 'movilidad restringida' impuesta por Ayuso en los barrios obreros de Madrid en medio del rebrote de COVID-19. La orden, elaborada entre la Comunidad de Madrid y el gobierno estatal PSOE-Podemos, requería que los trabajadores y los jóvenes siguieran presentándose al trabajo y a las clases. Imponiendo confinamientos solo en áreas de clase trabajadora.
En medio de esta exposición demoledora de Podemos y los sindicatos, la pseudoizquierda está interviniendo para apuntalarlos. Izquierda Revolucionaria, anteriormente afiliada al Comité por una Internacional de los Trabajadores (CIT), hace un llamamiento a “los dirigentes de CCOO y UGT, y de la izquierda parlamentaria, de Más Madrid y UP,” a “abandonar su estrategia completamente fracasada de desmovilización para garantizar la paz social.” En su lugar, deberían liderar “la movilización masiva en las calles y las huelgas militantes y combativas.”
Del mismo modo, Lucha de Clases, la filial española de la Corriente Marxista Internacional hace un llamamiento a los ' sindicatos, las asociaciones de vecinos, los movimiento sociales, así como los partidos de izquierdas y sus activistas, aúnen esfuerzos para ampliar sus reivindicaciones más allá del tema sanitario: en atención social, educación, urbanismo, vivienda, etc. y lanzar una primera jornada de huelga general en la Comunidad de Madrid de 24 horas, con movilizaciones masivas en todos los barrios y ciudades.”
Los trabajadores y los jóvenes deben ser advertidos. Tal perspectiva solo puede conducir a un callejón sin salida. La gran tarea a la que se enfrentan los trabajadores tanto en España como internacionalmente es preparar una insurrección de base contra el dictado de las burocracias e imponer una lucha con base científica contra el COVID. Esto implica necesariamente la formación de comités de base, independientes de las burocracias sindicales, para organizar y ampliar las luchas de los trabajadores contra Ayuso, el gobierno PSOE-Podemos y los mercados financieros.
(Publicado originalmente en inglés el 14 de noviembre de 2022)