Entre 1904 y 1908, el imperialismo alemán cometió el primer genocidio del siglo XX con la represión del levantamiento herrero y nama en lo que entonces era la colonia del Imperio Alemán del África Sudoccidental Alemana (actualmente parte de Namibia). A esto siguieron, entre 1941 y 1945, el asesinato de 6 millones de judíos y la guerra de aniquilación contra la Unión Soviética, que costó la vida a hasta 30 millones de ciudadanos soviéticos, el mayor genocidio de la historia.
En el siglo XXI, la clase dirigente alemana continúa sin fisuras estas tradiciones de genocidio. Es uno de los partidarios más agresivos de las acciones genocidas del régimen de extrema derecha de Netanyahu y del ejército israelí en la Franja de Gaza. El martes, la revista de noticias Der Spiegel informó de que Alemania se estaba preparando para entregar a Israel alrededor de 10.000 cartuchos de munición de precisión para tanques de 120 milímetros. Anteriormente se había sabido que Berlín había multiplicado por diez sus exportaciones de armas a Israel desde el comienzo de la matanza masiva en la Franja de Gaza.
Al mismo tiempo, el gobierno alemán también respalda a Israel en términos jurídicos. El 12 de enero, el portavoz del gobierno, Steffen Hebestreit, anunció que Alemania intervendría como tercera parte ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para pronunciarse en contra de la demanda de Sudáfrica contra el genocidio israelí en Gaza, que cuenta con el apoyo de al menos 60 Estados.
'Sabemos que los distintos países tienen valoraciones diferentes de la operación de Israel en la Franja de Gaza. Sin embargo, el gobierno alemán rechaza firme y explícitamente la acusación de genocidio que se ha lanzado ahora contra Israel en la Corte Internacional de Justicia', dijo Hebestreit. 'Esta acusación no tiene base alguna'.
De hecho, los abogados que representan al gobierno sudafricano ante la CIJ habían demostrado claramente apenas un día antes que Israel era culpable de genocidio y que, por tanto, había violado la Convención sobre el Genocidio de 1948. El WSWS ha informado de cómo los alegatos de los abogados demostraron tanto las acciones destructivas y asesinas en masa de Israel como las intenciones genocidas que había detrás de ellas.
Según el Ministerio de Sanidad palestino, el ejército israelí mató a casi 24.000 palestinos en los primeros 100 días del genocidio, incluidos más de 9.600 niños. Más de 60.000 personas resultaron heridas. En relación con Alemania, esto correspondería a 850.000 muertos y 2,5 millones de heridos. Casi 2 millones de personas, es decir, casi toda la población de la Franja de Gaza, se han visto obligadas a huir y mueren de hambre como consecuencia del bloqueo israelí. También se bombardean sistemáticamente escuelas, hospitales y campos de refugiados, y se asesina deliberadamente a periodistas y personal sanitario.
La abogada sudafricana Adila Hassim, que pronunció el jueves el primer discurso de apertura en La Haya, afirmó que Israel había 'sometido a la Franja de Gaza a uno de los bombardeos convencionales más intensos de la historia de la guerra moderna'. La escala de la matanza fue 'tan grande que los cuerpos que se encuentran son enterrados en fosas comunes donde a menudo no pueden ser identificados'. No era 'otra cosa que la destrucción de la vida palestina. Es deliberada. Nadie se salva, ni siquiera los recién nacidos'.
Que se trata de una política de destrucción deliberada e intencionada es igualmente evidente. Estos son sólo algunos ejemplos seleccionados citados en el escrito de demanda ante la CIJ.
- El primer ministro Benjamin Netanyahu declaró el 28 de octubre: 'Debéis recordar lo que Amalek os hizo'. Se refería a un pasaje bíblico del Antiguo Testamento que dice: 'Ahora ve y golpea a Amalec... No los perdonéis, matad a hombres y mujeres, niños y bebés'.
- El 7 de octubre, Nissim Vaturi, vicepresidente de la Knesset israelí y miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores y Seguridad, ya había pedido que 'la Franja de Gaza sea borrada de la faz de la tierra'.
- El 9 de octubre, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, anunció que Israel había puesto a Gaza bajo 'asedio total'. Sin electricidad, sin comida, sin agua, sin combustible'. Estaban luchando contra 'animales humanos' y actuaban en consecuencia.
- Y el 6 de noviembre, Giora Eiland, ex general de división israelí, escribió que Israel 'debe desencadenar una crisis humanitaria en Gaza'. La Franja de Gaza se convertirá en 'un lugar donde ningún ser humano puede vivir'.
En La Haya, el abogado del Tribunal Supremo sudafricano Tembeka Ngcukaitobi argumentó que eran precisamente estos llamamientos genocidas los que 'luego repiten los soldados sobre el terreno en Gaza mientras se dedican a destruir a los palestinos y la infraestructura física de Gaza'.
Es el colmo de la criminalidad y la provocación que la clase dirigente alemana justifique el genocidio en Gaza refiriéndose a sus propios crímenes pasados. 'En vista de la historia de Alemania y del crimen humano de la Shoah, el gobierno alemán se considera especialmente comprometido con la Convención contra el Genocidio', dijo Hebestreit. Fue 'un instrumento central del derecho internacional para aplicar el '¡Nunca más!. Nos oponemos firmemente a su instrumentalización política'.
De hecho, es el gobierno alemán el que está instrumentalizando el Holocausto para justificar el genocidio y suprimir cualquier oposición al mismo una vez más. No está aplicando el '¡Nunca más!'; su verdadero mensaje es: '¡Sí, lo estamos haciendo otra vez!'. Esto es tan obvio que incluso los gobiernos capitalistas de las antiguas colonias alemanas con estrechos vínculos económicos y políticos con Berlín se sienten obligados a fustigar el apoyo alemán a Israel y las tradiciones genocidas del imperialismo alemán.
'Namibia rechaza el apoyo de Alemania a la intención genocida del Estado racista israelí contra civiles inocentes en Gaza', reza una declaración publicada por la presidencia namibia en X/Twitter el 13 de enero. La declaración recuerda que 'en suelo namibio, Alemania cometió el primer genocidio del siglo XX en 1904-1908, en el que decenas de miles de namibios inocentes murieron en las condiciones más inhumanas y brutales'. Declara:
'Namibia rechaza el apoyo de Alemania a la intención genocida del Estado racista israelí contra civiles inocentes en Gaza', reza una declaración publicada por la presidencia namibia en X/Twitter el 13 de enero. La declaración recuerda que 'en suelo namibio, Alemania cometió el primer genocidio del siglo XX en 1904-1908, en el que decenas de miles de namibios inocentes murieron en las condiciones más inhumanas y brutales'.
Declara:
A la luz de la incapacidad de Alemania para extraer lecciones de su horrible historia, el presidente Hage Geingob expresa su profunda preocupación por la escandalosa decisión comunicada por el Gobierno de la República Federal de Alemania ayer, 12 de enero de 2024, en la que rechazó la acusación moralmente recta presentada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia de que Israel está cometiendo genocidio contra los palestinos en Gaza.
En este sentido, el presidente Geingob hace un llamamiento al Gobierno alemán para que reconsidere su inoportuna decisión de intervenir como tercero en defensa y apoyo de los actos genocidas de Israel ante la Corte Internacional de Justicia.
El llamamiento de Geingob a las élites alemanas para que 'reconsideren' su postura está tan condenado al fracaso como los llamamientos al Kaiser alemán o a Hitler para que se abstuvieran de sus políticas genocidas. En última instancia, el apoyo alemán al genocidio de los palestinos tiene su origen tanto en los intereses depredadores del imperialismo alemán como en la política de exterminio del káiser y los nazis.
A finales del siglo XIX, el imperialismo alemán bajo el Kaiser Guillermo II reclamaba un 'lugar bajo el sol' y tenía en mente la adquisición y explotación brutal de colonias en África. Durante la Segunda Guerra Mundial, el Holocausto fue un componente directo de la guerra de aniquilación de los nazis contra la Unión Soviética, cuyo objetivo era derrotar al bolchevismo, crear Lebensraum (espacio vital) en el Este, saquear las materias primas y subyugar a toda Europa.
Hoy, el imperialismo alemán se dispone de nuevo a erigirse en primera potencia europea y mundial. Israel sirve a Berlín y a las demás potencias imperialistas como cabeza de puente para afirmar sus intereses imperialistas en Oriente Próximo, rico en recursos y geoestratégicamente importante, y más allá. La destrucción de los palestinos es, en última instancia, parte del objetivo de eliminar al hezbolá libanés, a los hutíes en Yemen y a Irán como oponentes, intensificando la ofensiva bélica contra Rusia y China y, como en 1914 y 1939, encendiendo otra guerra global para la redivisión imperialista del mundo.
La única manera de detener esta locura es construir un movimiento internacional de masas contra el genocidio y la guerra y su causa fundamental, el capitalismo. Como subrayó la gran marxista revolucionaria Rosa Luxemburgo en vísperas de la Primera Guerra Mundial, la clase obrera debe comprender 'la conexión inseparable entre el imperialismo y el desarrollo capitalista' y 'sacar la conclusión de que la única manera de luchar contra el imperialismo, la guerra, el robo de países, el genocidio, la violación de la ley y la política violenta es luchando contra el capitalismo, oponiéndose al genocidio político global con la revolución social'.
En este sentido, el presidente Geingob hace un llamamiento al Gobierno alemán para que reconsidere su inoportuna decisión de intervenir como tercero en defensa y apoyo de los actos genocidas de Israel ante la Corte Internacional de Justicia.
El llamamiento de Geingob a las élites alemanas para que 'reconsideren' su postura está tan condenado al fracaso como los llamamientos al Kaiser alemán o a Hitler para que se abstuvieran de sus políticas genocidas. En última instancia, el apoyo alemán al genocidio de los palestinos tiene su origen tanto en los intereses depredadores del imperialismo alemán como en la política de exterminio del káiser y los nazis.
A finales del siglo XIX, el imperialismo alemán bajo el Kaiser Guillermo II reclamaba un 'lugar bajo el sol' y tenía en mente la adquisición y explotación brutal de colonias en África. Durante la Segunda Guerra Mundial, el Holocausto fue un componente directo de la guerra de aniquilación de los nazis contra la Unión Soviética, cuyo objetivo era derrotar al bolchevismo, crear Lebensraum (espacio vital) en el Este, saquear las materias primas y subyugar a toda Europa.
Hoy, el imperialismo alemán se dispone de nuevo a erigirse en primera potencia europea y mundial. Israel sirve a Berlín y a las demás potencias imperialistas como cabeza de puente para afirmar sus intereses imperialistas en Oriente Próximo, rico en recursos y geoestratégicamente importante, y más allá. La destrucción de los palestinos es, en última instancia, parte del objetivo de eliminar al hezbolá libanés, a los hutíes en Yemen y a Irán como oponentes, intensificando la ofensiva bélica contra Rusia y China y, como en 1914 y 1939, encendiendo otra guerra global para la redivisión imperialista del mundo.
La única manera de detener esta locura es construir un movimiento internacional de masas contra el genocidio y la guerra y su causa fundamental, el capitalismo. Como subrayó la gran marxista revolucionaria Rosa Luxemburgo en vísperas de la Primera Guerra Mundial, la clase obrera debe comprender 'la conexión inseparable entre el imperialismo y el desarrollo capitalista' y 'sacar la conclusión de que la única manera de luchar contra el imperialismo, la guerra, el robo de países, el genocidio, la violación de la ley y la política violenta es luchando contra el capitalismo, oponiéndose al genocidio político global con la revolución social'.
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(Artículo publicado originalmente en inglés el 18 de enero de 2024)