Español

Líder estalinista español pide más protestas en Gaza... ¡contra su propio gobierno!

El 13 de marzo, la publicación estalinista Mundo Obrero del Partido Comunista de España (PCE) publicó un artículo de opinión de Manu Pineda, llamando a protestas exigiendo que el gobierno del Partido Socialista (PSOE)-Sumar cambie de rumbo para detener el genocidio en Gaza. 

El cinismo desenfrenado es impresionante. Pineda se refiere a su propio gobierno, que ha estado armando al régimen sionista mientras lleva a cabo su ataque en Gaza. 

El eurodiputado Manu Pineda, presidente de la Delegación del Parlamento Europeo para las Relaciones con Palestina. En una conferencia de prensa, 24 de mayo de 2022 [Foto de The Left/Flickr / CC BY-NC-SA 2.0] [Photo by The Left/Flickr / CC BY-NC-SA 2.0]

Pineda es secretario de Relaciones Internacionales del PCE, diputado al Parlamento Europeo por Izquierda Unida (IU) coalición liderada por el PCE y presidente de la Delegación del Parlamento Europeo para las relaciones con Palestina. El PCE está integrado en el Movimiento Sumar, que gobierna con el PSOE a nivel nacional. Ocupa altos cargos dentro del gobierno, entre ellos Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, y Sira Rego, ministra de Juventud e Infancia. 

 Bajo el título 'La prioridad histórica de la causa palestina en el PCE', Pineda comienza su artículo citando las resoluciones aprobadas por el XXI Congreso del PCE de julio de 2022. Señala: “Como Partido debemos seguir defendiendo y apoyando las decisiones mayoritarias que tome el pueblo palestino en defensa de su autodeterminación y soberanía, acompañando su lucha con todas las acciones de solidaridad a nuestro alcance”. 

Pineda continúa recitando, “Este no es un apoyo abstracto, sino una defensa explícita del derecho a resistir y a existir de Palestina. Apoyo a todas las expresiones populares que, en su lucha por la liberación nacional, adopta el pueblo palestino. Señalando al mismo tiempo el carácter criminal e ilegal de la ocupación y colonización de Palestina; y la necesaria complicidad y apoyo del imperialismo estadounidense y, por extensión, de su mayordomo europeo. Esta es la posición, tremendamente resumida, que como Partido trasladamos a todos los espacios de intervención y discusión pública”. 

Pineda omite mencionar, por supuesto, que el PCE formó parte, primero, del gobierno PSOE-Podemos (2020 a 2023), y ahora, del actual gobierno PSOE-Sumar. Durante su mandato, el gobierno español incrementó las relaciones comerciales, militares y económicas con el régimen sionista, particularmente en el comercio de armas. Bajo el gobierno PSOE-Podemos, España vendió armas a Israel por valor de cientos de millones de euros, mientras que Madrid gastó millones en la compra de armas con la marca de 'probado en combate' a Israel. 

El pasado mes de noviembre, España continuó exportando a Israel munición letal por valor de casi 1 millón de euros pertenecientes a la categoría 'bombas, granadas, torpedos, minas, misiles, cartuchos y otras municiones y proyectiles'. España también adquirió productos por valor de 705 millones de euros del fabricante de armas israelí Elbit Systems. 

Según los datos analizados por el Centre Delàs, España siguió enviando armas a Israel al menos hasta el pasado mes de diciembre, a pesar de que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, insistió varias veces en los medios de comunicación y en el Parlamento que las exportaciones de armas a Israel estaban congeladas desde el 7 de octubre, cuando comenzó el genocidio. En diciembre, el gobierno PSOE-Sumar envió 'estabilizadores de bombas de aviación' mientras los aviones de combate israelíes destruían más de la mitad de las infraestructuras de Gaza. 

Pineda llama a los trabajadores y a la juventud a seguir protestando 'llevando a los centros de trabajo, de estudio y a nuestros barrios la solidaridad internacionalista'. Añadiendo que, “La prioridad es acabar con la masacre, y eso sólo lo conseguiremos con la movilización. Sólo si la fuerza del movimiento de solidaridad obliga a los gobiernos que hoy protegen a Israel a acabar con su impunidad.” 

Pineda llama solamente a las protestas porque sabe que no cambiarán la orientación genocida del gobierno, sino que servirán de hoja de parra para ocultar la connivencia del PCE en este crimen histórico. 

La declaración de Pineda es un veredicto negativo sobre el liderazgo que actualmente domina estas protestas, no solo en España sino a nivel internacional. Señala la contradicción esencial entre los millones de personas que han salido a las calles para tratar de detener la matanza y la perspectiva política avanzada por las diversas tendencias pseudoizquierdistas, estalinistas y socialdemócratas de apelar a sus gobiernos y a la 'comunidad internacional' para que desarrollen una conciencia moral. 

Cuanto más insisten las corrientes que dominan las protestas masivas en que los manifestantes se limiten a apelar a su gobierno, más brutalmente ha llevado a cabo la banda fascista de Benjamin Netanyahu su campaña de asesinatos en masa y limpieza étnica. El régimen sionista sólo podía hacer esto con el pleno respaldo de Estados Unidos y sus aliados imperialistas, incluidas todas las potencias europeas. Este es el caso incluso de aquellos que, como el gobierno del Partido Socialista (PSOE)-Sumar en España, combinan llamamientos vacíos a un alto el fuego con un apoyo práctico al régimen genocida de Netanyahu. 

El llamamiento de Pineda a más protestas en la misma línea va acompañado de un ataque difamatorio contra cualquiera que cuestione la 'unidad' de estas protestas, basadas en una amnistía para la burocracia sindical y el gobierno PSOE-Sumar. Afirma que el PCE apoya el “carácter unitario de las movilizaciones; entendiendo que por encima de intereses particulares está Palestina. Hoy, más que nunca, dividir el movimiento de solidaridad —que está siendo masivo y sin precedentes— es apoyar consciente o inconscientemente al genocida”. 

Pineda quisiera continuar con acciones como las organizadas el 16 de febrero, cuando el PSOE, Sumar, Podemos, el PCE y sus aliados sindicales, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), organizaron una protesta con fines fotográficos en Madrid bajo el lema 'Libertad para Palestina. No a la impunidad, fin a la masacre'. 

Detener el genocidio de Gaza no requiere unidad con los partidarios del genocidio como Pineda, el PCE y Podemos, sino una ruptura intransigente con estos partidos por parte de los trabajadores y jóvenes más políticamente conscientes. Esto significa construir nuevas organizaciones de lucha de la clase obrera y una dirección revolucionaria internacional opuesta a todas las corrientes políticas nacionalistas vinculadas a las burocracias contrarrevolucionarias. 

Como operador político del gobierno PSOE-Sumar, Pineda está aterrado ante la perspectiva de que la ira masiva por el genocidio se entrelace con un amplio descontento social contra la austeridad, el militarismo y los ataques a los derechos democráticos. Los trabajadores se enfrentan a un aumento vertiginoso del coste de la vida, a un aumento de los precios de las hipotecas y los alquileres, y son cada vez más hostiles a la inacción del gobierno sobre el cambio climático inducido por el hombre y sobre las pandemias como la del COVID-19. 

El PCE es un partido inmerso en la violencia contrarrevolucionaria contra la clase obrera, que ahogó en sangre la Guerra Civil Española de 1936-1939, incluyendo la complicidad en el secuestro y asesinato de trotskistas y de Andreu Nin, líder del centrista Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). Durante la década de 1950, llamó a la 'reconciliación nacional' con el régimen del general Francisco Franco y, en la década de 1970, impidió un ajuste de cuentas revolucionario con la burguesía española, coescribiendo la Constitución española de 1978 con las autoridades fascistas franquistas. 

Ruinas de Guernica (1937) [Photo by Bundesarchiv, Bild 183-H25224 / CC BY-SA 3.0]

Hoy en día, al PCE no le queda ninguna base de masas entre los trabajadores. Representa a una capa privilegiada de la clase media alta y a sectores de la burocracia sindical, que se han enriquecido bajo el capitalismo y temen, sobre todo, un movimiento de trabajadores contra el sistema de ganancias. 

El artículo de Pineda es tan grotesco que incluso la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) de España, afiliada española del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) de Argentina y de Revolución Permanente en Francia, se sintió obligada a responder bajo el título 'Eurodiputado de Sumar sobre Palestina: ‘Solo conseguiremos acabar con la masacre presionando a los gobiernos”. ¿Se puede ser más hipócrita?”.

 Pero mientras critica las declaraciones más hipócritas en el artículo de Pineda, la CRT finalmente presenta la misma perspectiva de presionar aún más al gobierno, escribiendo: “Frente a un eurocomunismo que se ha convertido en un trágico chiste, no podemos más que movilizarnos y enfrentar realmente al Gobierno hasta que rompa sus relaciones con Israel, retire las tropas del extranjero y salga de la OTAN.” 

La CRT rechaza la organización independiente de la clase obrera contra el genocidio y la guerra mundial, en España y a nivel internacional, a través de huelgas y una lucha política contra las entregas de armas a Israel. 

Esto cortaría sus vínculos con el PCE, Podemos y sus satélites pseudoizquierdistas y amenazaría sus posiciones en los rangos inferiores de la burocracia sindical y la academia. Significaría adoptar una posición abiertamente hostil al gobierno PSOE-Sumar, en lugar de apelar a ellos, y denunciar en lugar de encubrir la negativa de la burocracia sindical a movilizar a sus afiliados contra el genocidio. 

Los trabajadores y la juventud no pueden esperar a que las burocracias sindicales o los grupos de clase media como la CRT organicen una lucha genuina contra el genocidio de Gaza. Deben movilizarse de forma independiente en comités de base, en los centros de trabajo, en las escuelas y en los barrios para bloquear a los que especulan con la guerra y contra el gobierno del PSOE-Sumar cómplice del genocidio. Sobre todo, esto significa construir un nuevo partido revolucionario de la clase obrera española, como sección del Comité Internacional de la Cuarta Internacional, el movimiento trotskista mundial. 

(Artículo publicado originalmente en inglés el 17 de marzo de 2024)