El miércoles, el anuncio del Local 20169 del sindicato United Auto Workers (UAW) de que los casi 3.000 trabajadores de Volvo Trucks en huelga tendrían que esperar al menos otra semana y media para comenzar a recibir el pago de la huelga provocó respuestas de enojo e incredulidad de los trabajadores.

El Local escribió en su página de Facebook que “los cheques DEBERÍAN estar disponibles el 21/6/2021”. Respondiendo al lenguaje deliberadamente desinteresado del sindicato, un trabajador escribió con evidente irritación: “Deletrearon ‘estarán disponibles’ incorrectamente”.

Otros exigieron saber por qué tienen que esperar dos semanas para comenzar a recibir sus cheques, ya que habían hecho huelga durante dos semanas en abril.

“¿Porque tanto tiempo? Ya estamos inscritos”, escribió uno.

“No es una nueva huelga. Los cheques deberían estar disponibles el día 14”, comentó otro.

Un trabajador señaló que los trabajadores, de hecho, no habían acordado a terminar la primera huelga en abril: “Esperamos dos semanas la última vez [pero] nunca terminamos la huelga. Ustedes nos obligaron a regresar al trabajo. ¿Por qué tenemos que esperar de nuevo?”.

El primer paro de los trabajadores de Volvo esta primavera fue finalizado unilateralmente por el UAW sin una votación y sin siquiera publicar el primer acuerdo tentativo. Cuando el Comité de Base de los Trabajadores de Volvo (VWRFC) expuso los detalles del acuerdo, que incluía concesiones significativas en el seguro médico, los salarios y las condiciones de trabajo, la oposición creció. Tanto ese acuerdo como una segunda versión reempaquetada de lo mismo fueron rechazados abrumadoramente por los trabajadores. Más de un 90 por ciento votó en contra. El Local 2069 ignoró la mayoría de las preguntas de sus miembros. Respondiendo solo a uno, no pudo justificar la demora, declarando solo, “Generalmente 15 días desde el inicio de la huelga”. En otras palabras, porque lo decimos nosotros.

Los cheques que el UAW les ofrece a los trabajadores en huelga son en sí escandalosamente inadecuados, de solo $275 por semana. Esto equivale a menos del salario mínimo federal de $7.25 la hora, y más bajo que el umbral de pobreza para un hogar de dos.

Cualquier persona que piense críticamente debería preguntarse: ¿Por qué es tan bajo? ¿Y quién toma esa decisión? El UAW, por decirlo suavemente, no está en apuros económicos. Por el contrario, cuenta con recursos considerables, tanto los acumulados de los pagos de las cuotas de los trabajadores como de otras empresas financieras del UAW.

En 2020, según la presentación de impuestos LM-2 del sindicato, el UAW tenía activos netos de más de $1.1 mil millones. Según declaraciones de la UAW a la prensa, su fondo de huelga es del orden de $790 millones.

A continuación, se muestra solo una pequeña muestra de los gastos del UAW en 2020 según su informe fiscal:

• Compensación y “desembolsos” financieros a las más de 600 personas en la nómina nacional de la UAW: $80.275.893
• Compensación y desembolsos para los 14 altos ejecutivos y directores del UAW: $3.027.994
• Efectivo pagado en nuevas inversiones: $65.345.391
• Mejoras en la sede del UAW, la mal llamada Solidarity House, en Detroit: $6.252.692
• Mejoras al edificio de oficinas de la Región 4 en Ottawa, Illinois: $2.535.280
• Mejoras en las oficinas de UAW en Washington D.C .: $1.028.020

Debe temarse en cuenta, dado el historial bien documentado de corrupci ón y criminalidad del UAW, que los gastos e ingresos registrados en su declaración de impuestos son solo transacciones oficiales, “sobre la mesa”. Apenas el jueves, el expresidente del UAW, Gary Jones, quien presidía el sindicato durante la traición de las huelgas de General Motors y Mack Truck de 2019, fue sentenciado a 28 meses de prisión después de declararse culpable de malversar hasta $1,5 millones en fondos sindicales, que financiaron comidas lujosas, viajes y otros bienes.

La sede nacional del UAW emplea a una gran cantidad de personal con propósitos dudosos. De un recuento oficial de aproximadamente 660, hay más de 250 “representantes de servicio” (¿servicios para quiénes, exactamente?), Más de 130 “asistentes” de varios rangos, así como 65 “secretarios” y unos 25 mecanógrafos y taquígrafos.

Muchos de estos títulos aparentemente monótonos y anodinos, sin embargo, vienen junto con los tipos de salarios (sin mencionar los beneficios) que los convierten en ejecutivos corporativos junior. Hay más de 450 personas en la nómina nacional del UAW que ganan más de $100.000 al año, o casi el 70 por ciento de su personal total reportado. De estos, 17 ganan más de $200.000 al año.

Mientras que el UAW está hambreando a los trabajadores en los piquetes de huelga y diciendo que no pueden recibir su paga de huelga por otros 10 días, continúa desembolsando cheques de miles de dólares cada uno para este personal adinerado, que se alimenta de las cuotas de los trabajadores como una sanguijuela.

Como escribió el World Socialist Web Site durante la huelga de General Motors de 2019, durante décadas los ejecutivos del UAW han utilizado el fondo de huelga como una alcancía multimillonaria:

En 1980, el UAW modificó por primera vez su constitución para permitir transferencias directas del fondo de huelga a los pagos salariales del UAW y otros gastos. Entonces los ejecutivos sindicales crearon un fondo para salarios y gastos fuera de huelgas donde depositaban el 50 por ciento de los intereses y dividendos de las inversiones del fondo de huelga. En 1989, esto se aumentó a 75 por ciento y, en 2006, el UAW tomó la decisión de enviar ahí el 100 por ciento de los intereses e ingresos de las inversiones del fondo de huelga.

A lo largo de las décadas de 1990 y 2000, el UAW transfirió grandes cantidades de dinero fuera del fondo de huelga, incluyendo $50 millones en 1995, $75 millones en 2002, $60 millones en 2006 y $160 millones de 2010-13. El año pasado, el UAW acordó a transferir otros $25 millones del fondo de huelga. Como resultado, el UAW ahora gasta cantidades significativas de dinero derivadas del fondo de huelga en actividades no relacionadas con huelgas.

Es cada vez más evidente que tanto Volvo como los funcionarios bien pagados del UAW están tratando de luchar sucio con los trabajadores. Desde el comienzo de la segunda huelga, la empresa ha cortado los beneficios de salud de los trabajadores, ha enviado cartas de despido y ha traído esquiroles en un esfuerzo por mantener la producción.

Al mismo tiempo, los trabajadores le han dicho al WSWS que sienten que están siendo “castigados” por el sindicato por rechazar dos veces sus acuerdos favorables a la empresa.

El UAW está sobre todo preocupado por mantener aislada la huelga. No ha publicado sobre los trabajadores de Volvo en su página nacional de Facebook desde el 30 de abril, cuando finalizó la primera huelga y anunció un acuerdo tentativo. No ha publicado nada en su sitio web sobre la segunda huelga, que ahora se acerca al final de su primera semana.

No hay una explicación plausible para este silencio que no apunte a una conclusión inevitable: el UAW está manteniendo deliberadamente a sus cientos de miles de miembros en la oscuridad respecto a la huelga.

El apagón informativo refleja el temor real por parte del UAW de que si el desafío de los trabajadores de Volvo, y su comité de base independiente del sindicato, es conocido por sectores más amplios de trabajadores, provocará una rebelión incontrolable.

Los trabajadores de Volvo y Mack pueden comunicarse con el Comité de Base de los Trabajadores de Volvo al volvowrfc@gmail.com o por mensaje de texto al (540) 307-0509.

(Publicado originalmente en inglés el 10 de junio de 2021)